jueves, 16 de septiembre de 2010

Qué es ser universitario

Comienza el nuevo curso. Este discurso pronunciado por Ángel Gabilondo, ministro de Educación y catedrático de metafísica de la UAM, en la clausura del encuentro anual de universidades europeas en 2005, quizá sirva para levantar los ánimos. Ofrece mucha amplitud de miras:

"Qué es ser universitario"

La universidad no es un lugar para el adiestramiento profesional. La universidad es un espacio de diálogo, un paisaje donde se puede respirar, una plataforma del saber, un mundo donde no todo es negocio.

Los universitarios no podemos observar lo que se cuece a nuestro alrededor en asientos de palco. De lo que se trata es de mantenernos con el pulso en la realidad y contribuir a la construcción de un mundo más justo. Porque la miseria y la ignorancia, se combaten con la educación, la cultura, el arte, el conocimiento. Y la Universidad debe ser el templo de todos esos saberes. La Universidad no es un lugar para el adiestramiento profesional, porque a nosotros también nos interesa la formación de ciudadanos que tengan una mente abierta.

Necesitamos universidades que cultiven la curiosidad

Frente a la concepción del alumno como cliente, apostemos por universidades que eduquen, que cultiven la curiosidad, que pregonen el deseo de aprender como una forma de diversión. Ser universitario es ser capaz de aprender, de leer despacio en una sociedad que tiene mucha prisa porque tiene mucho miedo.

La universidad es una comunidad afectiva

La universidad tiene que ser una comunidad afectiva, no un centro de expedición de títulos. Ser universitario es una forma de ser, pero también una forma de vivir. Otro de los desafíos de la educación superior es hacer compatible la igualdad de oportunidades con la calidad de la enseñanza y formar gente con capacidad de crear valores. En el diccionario universitario también deben tener cabida términos que han caído en desuso, como fraternidad, justicia o libertad.

El universitario debe ser Cuidadoso con la palabra

El cuidado de la palabra es otra de las exigencias de los universitarios: quien habla bien es una excelente persona y un universitario debe ser capaz con la palabra de conmover, de comunicar, de razonar.